Revisión anual
Dominios de la Cardiología del Deporte y el Ejercicio
Araceli Boraita, Sebastián Wolff
Revista del Consejo Argentino de Residentes de CardiologÃa 2024;(175): 0144-0148
El ejercicio físico es conocido por sus beneficios en la prevención de enfermedades, reducción de la mortalidad y mejora de la calidad de vida. La comprensión de los efectos del ejercicio sobre el corazón del deportista ha evolucionado significativamente desde la antigüedad, cuando se consideraba que la hipertrofia cardíaca era indicativa de enfermedad. Con el tiempo, estudios y técnicas como la ecocardiografía han permitido un entendimiento más preciso de las adaptaciones cardiovasculares en deportistas.
La cardiología del deporte tiene como objetivos principales la evaluación cardiovascular preparticipación, el diagnóstico diferencial entre adaptaciones fisiológicas y patologías cardíacas, y el manejo clínico de deportistas con enfermedades cardiovasculares. Además, desempeña un rol clave en la educación y la prevención, ofreciendo directrices tanto para la población general como para los deportistas con enfermedades cardíacas.
Palabras clave: deporte, ejercicio físico, prevención de enfermedades.
Physical exercise is known for its benefits in disease prevention, reducing mortality, and improving quality of life. Understanding the effects of exercise on the athlete’s heart has evolved significantly since ancient times, when cardiac hypertrophy was considered indicative of disease. Over time, studies and techniques such as echocardiography have allowed a more precise understanding of cardiovascular adaptations in athletes.
Sports cardiology’s main objectives are pre-participation cardiovascular assessment, differential diagnosis between physiological adaptations and cardiac pathologies, and the clinical management of athletes with cardiovascular disease. Furthermore, it plays a key role in education and prevention, offering guidelines for both the general population and athletes with heart disease.
Keywords: sport, physical exercise, disease prevention.
Los autores declaran no poseer conflictos de intereses.
Fuente de información Consejo Argentino de Residentes de Cardiología. Para solicitudes de reimpresión a Revista del CONAREC hacer click aquí.
Recibido 2024-06-20 | Aceptado 2024-06-20 | Publicado 2024-08-30
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Introducción
Reseña histórica
El ejercicio físico tiene un efecto beneficioso en la prevención de la enfermedad, en la disminución de la mortalidad global y en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos. Esto ha motivado que la práctica deportiva haya aumentado considerablemente en los últimos años. La realización de ejercicio físico por parte de la población general es un índice de salud y en el momento actual estamos asistiendo a una cada vez mayor implicación de todos los segmentos de nuestra sociedad en su práctica. Carreras populares, triatlones, actividades en los gimnasios están llenando el calendario de nuestra población joven y no tan joven con el fin último de la mejora de la salud. Sin embargo, el efecto beneficioso del ejercicio en la promoción de la salud se ve contrarrestado por el riesgo cardiovascular (CV) que supone en algunas ocasiones un esfuerzo excesivo y desproporcionado para la capacidad física de la persona, y en otras por las propias características del ejercicio practicado.
En el antiguo Egipto creían que el corazón era “el asiento de la conciencia moral, el trono donde mora el dios interno del hombre” y para sus médicos debía tener un tamaño armónico con el del individuo, no debiendo superar el tamaño de su puño. En el papiro del juicio final “el peso del corazón del difunto debe ser menor al peso de la pluma de la verdad”, incidiendo en el hecho que el corazón no debía ser muy voluminoso.
Fueron los griegos los primeros en considerar el corazón del deportista. Galeno de Pérgamo (130-216 d. C.) afirmó: “Los atletas llevan una vida contraria a los preceptos de la higiene, y según mi entender es más favorable a la enfermedad que a la salud. Si ya cuando se mantienen en activo su organismo se encuentra en peligro, el deterioro es aún mayor al abandonar su vida profesional, de hecho, si no fallecen al poco tiempo, nunca llegan a alcanzar una edad avanzada”; esta creencia estuvo en vigencia hasta el siglo XX.
En las postrimerías del siglo XIX Henschen1 fue quien por primera vez y mediante la percusión en el pecho hizo referencia a la cardiomegalia de un grupo de esquiadores de fondo. Años más tarde, con la aparición de la radiología, diferentes autores confirmaron que los deportistas presentaban una silueta cardíaca de mayor tamaño que los sedentarios2,3. Más adelante, el análisis de los voltajes del electrocardiograma (ECG) llevó a que se establecieran determinados criterios para el diagnóstico de hipertrofia ventricular izquierda (HVI) y derecha, en un intento de proporcionar una información adicional a la obtenida mediante la radiología. Durante la primera mitad del siglo XX, la hipertrofia del corazón del deportista se relacionó con un estado patológico. Además, el hecho de que la cardiomegalia relacionada con valvulopatía reumática fuera un hallazgo frecuente, dio argumentos a un gran número de médicos para considerar la cardiomegalia del deportista como un signo adverso. A partir de los años 60 el corazón del deportista se consideró como un órgano más adecuado, mejor desarrollado y que funciona de manera más económica que el del individuo no entrenado. Pero fue con el desarrollo de la ecocardiografía cuando se pudo conocer mejor el corazón entrenado, ya que esta técnica no invasiva permite valorar el tamaño de las cavidades cardíacas, incluidos los grandes vasos. Disponemos, desde los años 70, de estudios dirigidos a valorar las adaptaciones cardíacas secundarias a la sobrecarga hemodinámica asociada al entrenamiento, que mayoritariamente se han centrado en el estudio del ventrículo izquierdo4-9. Pero en los últimos veinte años, gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías de eco-Doppler, han surgido estudios dirigidos a valorar las adaptaciones sobre el ventrículo derecho (VD) que han revolucionado los conocimientos sobre el corazón del deportista. El VD ha dejado de ser una cavidad pasiva y ha adquirido un papel activo en las adaptaciones del corazón del deportista, siendo considerado como el modulador de la sobrecarga hemodinámica que se produce con el ejercicio intenso y prolongado10-12. Incluso hay algunos estudios de las adaptaciones biventriculares realizados con cardiorresonancia13,14.
La ecocardiografía ha permitido, por un lado, descubrir y mejorar nuestro entendimiento sobre algunas de las adaptaciones morfológicas y funcionales experimentadas por el corazón entrenado y, por otro, descartar patologías cardíacas que puedan llevar a la muerte súbita (MS) del deportista. Entre las causas más frecuentes de MS en deportistas jóvenes de competición se encuentran las cardiopatías familiares, como la miocardiopatía hipertrófica y la arritmogénica, las cardiopatías congénitas, como las anomalías congénitas de las arterias coronarias, y la patología aórtica (válvula aórtica bicúspide con afectación de la aorta y el síndrome de Marfan)15. Hoy día disponemos de abundante información científica como para poder aproximarnos a los límites fisiológicos de la hipertrofia del deportista16,17.
Estas inquietudes sobre el conocimiento del corazón del deportista han llevado, en el último cuarto del siglo XX, a que un grupo de cardiólogos se interesen en el estudio y el desarrollo de esta parte de la cardiología.
El nacimiento y el desarrollo
de la Cardiología del Deporte
El 6 de noviembre de 1963, el Comité Ejecutivo del Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI) sancionó el nacimiento del Instituto de Medicina Deportiva. En esa ocasión, fue nombrado Comisario del Instituto el Prof. Antonio Venerando, entonces presidente de la Federación Italiana de Medicina Deportiva, quien posteriormente pasó a ser Director del Instituto, del que formaba parte el departamento de Evaluación Funcional del deportista, cuyo líder era el Prof. Antonio Dal Monte, y el departamento de Ortopedia, cuyo responsable era el Prof. Giorgio Santilli.
En 1971 se publicó la “Ley de protección médica para actividades deportivas” y en 1981 “Normas en materia de relaciones entre sociedades y profesionales del deporte” (Ley 1971/82) que reguló que “Cada ciudadano implicado en actividades deportivas oficiales debe pasar satisfactoriamente reconocimientos periódicos preventivos con el fin de evaluar su aptitud para la participación deportiva”.
En 1983 se implementó un acuerdo entre el CONI y la Universidad Estatal de Roma para una colaboración entre el Instituto y las Escuelas de Especialización en Medicina Deporte.
El 20 de marzo de 1984, el Comité Ejecutivo del CONI, modificando la organización y denominación del Instituto, aprobó el proyecto, que pasó a ser ejecutivo el 2 de octubre de 1984, relativo a la creación del Instituto de Ciencias del Deporte.
Una gran contribución para la creación de la Cardiología del Deporte fue realizada por el Comité Organizativo Cardiológico para Idoneidad Deportiva Italiano (COCIS) que en 1989 publicó el “Protocolo de Idoneidad Deportiva para los Deportistas de Alta Competición”18. En este documento por primera vez se analiza las cardiopatías que pueden limitar la práctica deportiva.
A lo largo de los años, el Prof. Venerando realizó e inició numerosas investigaciones y estudios en el campo cardiológico, entre los que cabe mencionar los relativos al “Corazón del Atleta”, que estimularon un amplio debate internacional sobre el tema. En los ochenta y noventa la literatura científica fue inundada de trabajos sobre las causas, prevalencia y la prevención de la MS en el deporte.
En España, el Comité Olímpico Español (COE, fundado en 1912) junto con el Consejo Superior de los Deportes es el órgano responsable del desarrollo del movimiento deportivo nacional. Un hito para el desarrollo de la Cardiología del Deporte fue la creación de la ley del deporte en España (Ley 13/1980, General de la Cultura Física y del Deporte) que reguló la práctica deportiva de competición y dio lugar a la creación de los Centros de Alto Rendimiento y de Tecnificación Deportiva. En 1992 coincidiendo con los JJOO de Barcelona 92, con el ánimo de dar a conocer el corazón del deportista e implementar el ejercicio y el deporte como herramienta terapéutica se creó el Grupo de Trabajo de Cardiología del Deporte dentro de la Sociedad Española de Cardiología, y gracias a él existe en España la Cardiología del Deporte.
Sin género de dudas, la 16th Bethesda Conference: Cardiovascular abnormalities in the athlete: recommendations regarding eligibility for competition” fueron un hito en la difusión internacional de las recomendaciones de práctica deportiva de competición en deportistas con cardiopatías19,20. Cada 10 años hasta el año 2004 expertos se reunieron para actualizar las recomendaciones. A partir del año 2005 las Sociedades Científicas de Cardiología y de Medicina del Deporte, tanto europeas como americanas, hicieron eco de la utilidad de los reconocimientos cardiológicos preparticipación deportiva y elaboraron Guías y Recomendaciones para la práctica deportiva de competición21.
Por otro lado, con el ánimo de dar a conocer el corazón del deportista e implementar el ejercicio y el deporte como herramienta terapéutica se crearon Grupos de Trabajo de Cardiología del Deporte dentro de la Sociedades de Cardiología, con el objetivo de actualizar los conocimientos sobre los efectos del ejercicio y del deporte. Su misión es fomentar el desarrollo y la especificidad de la Cardiología del Deporte, definir las áreas de actuación y sus competencias, y así como determinar los conocimientos y aptitudes que deben reunir los profesionales de esta área. Su finalidad es ofrecer una asistencia de mayor calidad al deportista o al paciente con cardiopatía que quiere realizar un programa de ejercicio físico o deporte. No hay que olvidar que, afortunadamente, cada vez hay más ciudadanos que practican deporte por lo que la demanda de recomendaciones de aptitud está aumentando en las consultas médicas. Esto plantea serios problemas ya que existe un desconocimiento del comportamiento y de las exigencias de los diferentes deportes tanto en la población sana como en los cardiópatas.
Para definir los contenidos de la formación en Cardiología del Deporte, los grupos de trabajo de las Sociedades Europea y Americana de Cardiología elaboraron documentos con los contenidos curriculares22,23. Sin embargo, existen pocos centros donde poder formarse y donde se valoren deportistas de alta competición que constituyen los modelos de las adaptaciones fisiológicas al entrenamiento, que llevarán a conocer en profundidad el corazón del deportista.
Por otro lado, la cardiología del deporte no está incluida dentro de la formación de la especialidad, y solo unos pocos médicos en formación, por su interés particular, consiguen hacer una capacitación en los meses de libre elección. La mayoría de los cardiólogos que se dedican a la cardiología del deporte tienen una formación autodidacta por atender a deportistas en su práctica diaria. Esto plantea serios problemas ya que existe un desconocimiento del comportamiento y de las exigencias de los diferentes deportes tanto en la población sana como en los cardiópatas. Es fundamental que el cardiólogo deportivo sepa indicar, realizar e interpretar las diferentes pruebas funcionales y las técnicas de imágenes y, sobre todo, valorarlas bajo el enfoque del corazón del deportista. Para solventar este problema las sociedades científicas elaboran Recomendaciones y Guías de Práctica Clínica que ayudan a la toma de decisión de la aptitud deportiva en aquellos deportistas con cardiopatía24. La principal limitación de estas guías es que no pueden abarcar en profundidad ninguna cardiopatía ni ninguna técnica, y el cardiólogo en muchas ocasiones ante un deportista en particular se encuentra sin saber qué hacer echando en falta donde recurrir para solventar su problema de toma de decisión.
De ahí que la cardiología deportiva se está constituyendo como una entidad bien diferenciada dentro de la cardiología, y que las diferentes sociedades cardiológicas de los distintos países la están considerando como una superespecialización. En latino América en los últimos años se ha ido desarrollando a partir, primero, de los comités de Ergometría y Rehabilitación, y posteriormente como Grupos de Cardiología del Deporte. Así, nacieron inicialmente recomendaciones para actividad física en prevención primaria y secundaria, y normas para la evaluación de aptitud CV predeportiva26,27, y, en el año 2013, el grupo de Cardiología del Deporte de la SAC pública las recomendaciones de deporte competitivo en cardiópatas28.
Ámbitos de la Cardiología del Deporte
En el Consejo de Cardiología del Deporte y Ejercicio del ACC, Baggish y cols.25 desarrollan un currículo central para el cuidado CV de deportistas competitivos y sujetos muy activos, y definen 4 dominios fundamentales: la participación en la evaluación CV preparticipativa, el diagnóstico diferencial entre las adaptaciones cardiovasculares del corazón del deportista de aquellas presentes en deportistas con enfermedades cardiovasculares, la evaluación del deportista con síntomas cardíacos y el manejo de los deportistas con enfermedades cardiovasculares.
En cuanto a la salud, la Cardiología del Deporte juega papeles tanto preventivos como clínico/terapéuticos.
Su papel preventivo se desarrolla a través de:
• La evaluación CV preparticipación deportiva tiene por objeto pesquisar deportistas con condiciones que lo pongan en riesgo de tener eventos cardiovasculares, incluida la MS.
• El diagnóstico diferencial entre las adaptaciones cardiovasculares fisiológicas propias del entrenamiento deportivo y las diferentes enfermedades cardiovasculares, especialmente con aquellas de componente genético. Esto adquiere mayor relevancia en la conocida zona gris donde la superposición de hallazgos dificulta su diferenciación. La mayor parte de la evidencia actual se basa en la comparación de 2 poblaciones muy distintas, deportistas con adaptaciones fisiológicas vs. sujetos sedentarios con una miocardiopatía, por ejemplo, lo que no cumple con el objetivo de lograr diferenciarlas. Se requieren estudios que comparen los hallazgos fisiológicos en deportistas con deportistas con la condición a estudiar, ambos en la zona gris.
• Evaluación de deportistas con antecedentes familiares de MS cardíaca o de una cardiopatía potencialmente genética.
En su papel clínico y terapéutico tiene cabida:
• La evaluación del deportista con síntomas de características cardiovasculares.
• El manejo clínico del deportista con patología CV.
• El apoyo a deportistas en recuperación de una condición o evento CV que requiere reintegrarse a la actividad deportiva.
• El direccionamiento de pacientes con cardiopatía que ingresan a un programa de rehabilitación CV y quieren ser sujetos activos deportivamente.
• La aplicación de los conocimientos de la fisiología de la adaptación CV al entrenamiento deportivo en los programas Rehabilitación CV (donde el ejercicio físico juega un rol fundamental).
En el ámbito del Rendimiento Deportivo, el cardiólogo del deporte debe ser un asesor y colaborador, participando activamente en los equipos multidisciplinarios de valoración integral del deportista, con una estrecha interacción con los preparadores físicos, entrenadores, técnicos deportivos, fisioterapéuticas y otros profesionales de las ciencias de la salud, así como directivos del deporte. Debe participar apoyando en el diagnóstico y manejo del sobreentrenamiento y de la fatiga cardíaca, como también en la asesoría y colaboración en el laboratorio de Fisiología del Ejercicio. Debe ser un líder en la generación de conocimiento a través de la investigación básica y clínica.
Para el desarrollo de estos fines, el cardiólogo del deporte debe tener formación cardiológica y deportiva. El cardiólogo del deporte debe tener una buena capacitación para diferenciar en situaciones limítrofes las adaptaciones de las cardiopatías. Para ello requiere de conocimientos de la interpretación del ECG, de las técnicas de imágenes cardíacas y en las pruebas funcionales en el deportista. Pero además debe tener un gran conocimiento de los deportes, sus exigencias y las diferentes adaptaciones en función de su demanda CV. El cardiólogo deportivo debe comprender al “deportista”. Debe ser consciente que para ellos el deporte forma parte de su estilo de vida y que la retirada del deporte les puede producir un fuerte perjuicio no solo económico sino también de su salud física y mental. La relación con el deportista ha evolucionado desde una visión paternalista centrada en la patología a una visión más centrada en el paciente/deportista, una toma de decisiones compartida en la que debe participar el deportista y su familia.
La fisiología del deporte se enfoca en los mecanismos fisiológicos subyacentes del cuerpo humano durante el ejercicio físico y el entrenamiento deportivo. Analiza detalladamente el sistema CV, entre otros, así como las complejas interacciones entre ellos durante la actividad física. A través de investigaciones en fisiología del deporte, se busca comprender las adaptaciones cardiovasculares, respiratorias, la contracción muscular, la termorregulación y otros procesos fundamentales para el rendimiento deportivo y la salud física. Estas investigaciones proporcionan la base científica para el diseño de programas de entrenamiento más efectivos, la prevención de lesiones y la optimización del rendimiento deportivo.
Finalmente, no hay que olvidar el papel relevante en la transmisión de estos conocimientos a la población general y a las instituciones sanitarias y deportivas. Cumpliendo este rol, la Cardiología del Deporte ha generado políticas para favorecer la participación segura en deportes: elaboración de Recomendaciones de Actividad Física para mejorar la salud CV de la población general y de Guías y Recomendaciones de Actividad Física para los deportistas con patologías cardiovasculares, para así evitar la progresión de la enfermedad, futuros eventos o accidentes cardiovasculares, y la temida MS cardíaca relacionada con el deporte.
Para conseguir todos estos fines es fundamental disponer de programas universitarios clínicos y la participación de centros cualificados en la formación en Cardiología del Deporte.
Conclusiones
En conclusión, cabe destacar la gran importancia que tiene la especialidad Cardiología del Deporte para realizar evaluaciones exhaustivas del corazón de los deportistas, utilizando pruebas especializadas, con el fin de detectar anomalías cardíacas potencialmente peligrosas y proporcionar recomendaciones personalizadas para la práctica deportiva segura. Además, un papel crucial en la educación y la orientación de deportistas, entrenadores y equipos médicos sobre la prevención de enfermedades cardíacas, la optimización del rendimiento deportivo y la promoción de hábitos de vida saludables. Así, la Cardiología del Deporte desempeña un papel fundamental en la protección y el cuidado del corazón de los deportistas, garantizando su seguridad y bienestar cardiovascular mientras persiguen sus metas deportivas.
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